Huesca a 15 de mayo de 2.023

La incertidumbre

 Cómo afecta psicológicamente y qué patologías puede causar si no sabemos manejarla

La incertidumbre

La incertidumbre es una experiencia universal que afecta a las personas en diferentes momentos de la vida. A pesar de que la incertidumbre puede ser un motor para la innovación y el crecimiento personal, también puede ser una fuente de estrés y ansiedad. En este artículo, exploraremos cómo la incertidumbre afecta psicológicamente y qué patologías puede causar si no sabemos manejarla. También proporcionaremos algunas estrategias para manejar la incertidumbre y aprender a aceptarla como parte de la vida.

La incertidumbre y la Ansiedad

El perder perspectiva de control sobre cosas del futuro puede ser un desencadenante de la ansiedad, una emoción negativa que se experimenta como una sensación de temor o aprensión. Cuando se experimenta la incertidumbre, a menudo se siente una falta de control sobre la situación. Esto puede ser especialmente angustioso para aquellas personas que tienen un fuerte deseo de controlar sus vidas. Cuando la incertidumbre es alta, la ansiedad también puede ser alta.

La Depresión

La incertidumbre también puede ser un desencadenante de la depresión. Cuando no se sabe qué va a pasar en el futuro, es fácil sentirse desesperanzado y sin motivación. Las personas que están deprimidas a menudo se sienten atrapadas en situaciones que no pueden cambiar. Tener la sensación de no controlar el futuro puede aumentar esta sensación de sentirse atrapado y llevar a una mayor sensación de desesperanza.

El Estrés

Puede ser una fuente de estrés. Cuando no se sabe qué va a pasar, es fácil preocuparse y obsesionarse con el futuro. El estrés puede ser especialmente alto cuando pensamos que no controlamos el futuro,  se refiere a cuestiones importantes, como la salud o el trabajo. Cuando el estrés es alto, la capacidad para pensar con claridad y tomar decisiones puede verse afectada.

Cómo Manejar la Incertidumbre

La incertidumbre es una parte inevitable de la vida. Aunque no podemos controlar todo lo que sucede a nuestro alrededor, podemos controlar la forma en que reaccionamos los acontecimientos que no controlamos. Aquí hay algunas estrategias para manejar la incertidumbre:

• Reconocer y aceptarla: En lugar de luchar contra ella, aceptarla como una parte natural de la vida puede ser un primer paso importante para aprender a manejarla.
• Concentrarse en lo que se puede controlar: En lugar de preocuparse por lo que no se puede controlar, enfocarse en lo que sí se puede controlar puede ayudar a reducir la ansiedad.
• Practicar la atención plena: La atención plena implica centrar la atención en el presente, en lugar de preocuparse por el pasado o el futuro. Practicar la atención plena puede ayudar a reducir el estrés y la ansiedad.
• Mantener una perspectiva equilibrada: En lugar de preocuparse por lo peor que podría pasar, es importante recordar que hay muchas posibilidades positivas también. Mantener una perspectiva equilibrada puede ayudar

Diego de la Fuente

Psicólogo